6.6.08

Manga ancha

Recuerdo hace años, en una época en la que mi disco duro se llenaba de música que muchas veces ni sabía lo que era, ni de donde salía, cómo amigos me preguntaban sobre el estilo que tocaba este o aquel grupo. Mi respuesta era ambigua. Rock, Metal, Pop... no me mojaba en parte porque no tenía mucha idea de diferenciar estilos, subestilos y subestilos de subestilos, y en parte también porque si me atrevía a hacerlo, era muy posible que aquel fanático del grupo sobre el que yo estuviera hablando, se ofendiera como si acabara de insultar a su madre.

No paro de encontrarme en diferentes páginas de internet, cómo a las distintas catalogaciones que se hacen de distintos grupos, salen defensores a ultranza del grupo y el género en cuestión, escribiendo con mayúsculas y muchas admiraciones que cómo alguien ha sido capaz de catalogar a eso de Emo o a aquello otro de Grunge. Gran pecado. Flagelémonos todos.

A la hora de catalogar existen géneros agradecidos que no dan muchos quebraderos de cabeza a la hora de subdividirlos, vease el Hip Hop. Ahora bien, cuando entramos dentro de géneros como el Rock o la Electrónica... ¡ay! eso es otro cantar. Porque aquel grupo de Rock-Metal-Thrash-BrutalDeath, tienen que ser exactamente eso y tienen que ir recomendados con artistas que sean exactamente eso, si no se habrá cometido tal sacrilegio sobre ese grupo que si por algunos fuera nos iríamos a tribunales.

Vemos cómo grupos de rock son indies con tintes de folk o cómo grupos de de rock son folk con tintes indies. La ambigüedad es algo que tenemos que afrontar, ayudados sí, pero siendo conscientes de que la subjetividad va intrínseca a nuestra forma de ver las cosas, seamos conscientes o no.

"Talibanes" de la música por favor, un poco de manga ancha.

2 comentarios:

Litos dijo...

Toda la razón del mundo Curro.

-"Esta canción es pop-rock-indie-folk"
-"No, no, perdona. Esta canción es folk-indie-rock-pop"

A la hora de catalogar, es importante dejar a un lado el fanatismo (o la aversión) que tengamos por un grupo y entender que una canción, o un artista, puede tener muchos matices y que cada uno lo interpreta como puede, intentando ser lo más objetivo que su subjetividad le permita.
Con esto no sólo conseguimos clasificar de la manera más correcta un artista o una canción, sino que también enriquece la cultura musical de la persona que cataloga, lo cual es fundamental para que la persona que lo escucha también se enriquezca, descubra y disfrute todo lo relacionado con la música que sugerimos.

Anónimo dijo...

¡ Qué gusto da leer comentarios como estos! Para que luego digan que la juventud, saturada de los 1001 estilos, no sabe expresarse tal y como mandan las buenas normas del ávido lector.
Y a lo que vamos...¿talibanes?. Estoy de acuerdo con dejar manga ancha a los errores. Ahora, como un día me encuentre con que mi amadísima Barbra Streisand está catalogada como estrella del flamenco, os prometo hacerme con un burka y juraros eterna venganza.
Pero como sois la leche (léase increíbles y fantásticos) sé que eso jamás pasará en Rockola.fm.
¡Ánimo! y que la fuerza de la música os acompañe...