Esto es hoy

Hace unos días escribí sobre el cd y la magia que se ha perdido debido a la nueva era digital. Un canto a la nostalgia. Si fuera mi padre hablaría sobre lo mucho que le gustaba llegar a casa del trabajo, quitarse los zapatos y escuchar esa especie de sonido crujiente que salía del vinilo y que le relajaba mientras se sentaba en el sofá. Yo en cambio, bien podría hablar de lo mismo que hablaba el otro día en el post o de cómo me gustaba mientras iba en el autobús yendo al instituto, liberar mi aburrimiento sacando un boli bic para rebobinar esa cinta de varios y conseguir que las pilas de mi walkman me duraran tres días en vez de dos. Y puestos a suponer, mi hijo, cuando lo tenga, a saber de qué hablará cuando yo sea viejo. Miedo me da.

El avance y la nostalgia van inevitablemente dadas de la mano, independientemente de que lo que haya ahora sea mucho mejor, así pues no nos queda otra que asimilarlo y adaptarnos a nuestro tiempo aprovechando las ventajas que la nueva era digital nos ofrece.

Muchos grupos se quejan de la piratería, de las descargas gratuitas, de lo que les afecta todo esto a la venta de discos. Otros en cambio dejan de quejarse y buscan alternativas aceptando que el negocio ya no está tanto en la venta de discos si no en los conciertos. Y yo me pregunto, todos estos grupos que tanto se quejan ¿venderían el mismo número de entradas para sus conciertos si la gente hubiera tenido que comprar el disco directamente sin la posibilidad de haber escuchado nada de él previamente? (era una pregunta retórica) Eso en cuanto a los grandes grupos, para los que empiezan, las posibilidades de darse a conocer se multiplican cuando en vez de tener que rascarte el bolsillo tienes que hacer un clic.

En cuanto al público, pues imagínate que tu máxima afición en la vida fuera comer, si bien antes uno tenía que ir al supermercado, elegir la comida y comprarla, hoy por hoy no habría mas que apretar un botón para acceder a un solomillo, unas costillas o una buena langosta (también habría coliflor, brócoli, remolacha… que gustos hay para todo)

Como melómano reconocido considero Internet como una fuente de recursos inagotable a la cual tengo que agradecer el poder sentir todas esas cosas que una canción increíble me puede hacer sentir de muchísimas más formas y sensaciones de las que en la época del cinta y el cd podía suceder.